Tal
como se esperaba, el ingreso al estadio del Rojo fue riguroso y se cumplieron
las medidas dispuestas por el APREVIDE. Sobre el sector de la esquina de
Quintana y Ecuador, se colocó un vallado y el primer cordón policial. Solo
podían traspasarlo aquellos simpatizantes que portaban el carnet de socio con
la cuota al día. Luego de ello, se podía sacar el adicional en ventanillas y
superar un nuevo control para poder llegar a la tribuna lateral de cemento,
único lugar habilitado del estadio, previo chequear el padrón de socios.
Él
panorama en la mañana, casi mediodía
ensenadense, fue de tranquilidad. Cerca
del inicio del encuentro, un grupo de hinchas arrojaron algunos petardos al
aire. Algunos, socios, ingresaron en la cancha, y otros se retiraron. El
público, en general, tuvo un comportamiento acorde a la exigencia de este
desafío.