En el contexto de las actividades sociales para purgar la
sanción interna que Estudiantes impuso a los jugadores que participaron de los
incidentes del clásico de verano, Mariano Andújar brindó un emotivo discurso
ante un centenar de jugadores de las divisiones inferiores de Defensores de Cambaceres
que escucharon y participaron de una charla.
El evento se llevó a cabo ayer pasadas las 18 en el
anfiteatro de ATE en Ensenada y además del arquero estuvieron presentes Agustín
Alayes, Israel Damonte, Daniel Sappa, Jonathan Schunke, Facundo Quintana,
Santiago Ascacibar y Lucas Diarte.
Tras una introducción de Daniel Cajade, el directivo que
hizo de nexo entre los protagonistas y los aspirantes a jugadores profesionales
de Camba, Jonathan Schunke comenzó a narrar su historia como jugador y recordó
que hace muchos años quedó libre de Estudiantes, y que las vueltas de la vida
lo llevaron a volver al club tiempo después.
El discurso más emotivo, sin embargo, lo aportó Mariano
Andújar, quien con evidente elocuencia recordó que comenzó a jugar a los seis
años en las infantiles de Huracán antes de llegar a triunfar en 2006 con el
Pincha.
“Ustedes, en el camino por ser jugadores profesionales, se
van a encontrar con gente que los basurea y que los tira a menos. Yo me acuerdo
que en Huracán no teníamos pelotas para entrenar y cuando los guantes se
rompían los tenía que dar vuelta y usarlos al revés. Hoy siento la misma pasión
que cuando me tenía que cocer los guantes porque estaban rotos”, señaló
Andújar.
“Ustedes tal vez tengan que afrontar situaciones difíciles
como entrenar en invierno con dos grados bajo cero o bañarse sin agua caliente
como me tocó pasar a mí. Pero lo importante es no bajar los brazos”, dijo el
arquero.
“Hoy me toca mira para atrás y puedo decir que estoy
haciendo una carrera importante. Pero nada hubiese sido posible si no hubiese superado
todos esos momentos. Hoy tengo un sponsor y una carrera. Pero antes de eso hubo
que pasar cosas difíciles como las que hoy tienen que pasar ustedes”, les dijo
Andújar motivando a los integrantes de
las divisiones inferiores del equipo de Ensenada. Precisamente uno de los
jugadores del Rojo tomó el micrófono y se animó a preguntarles a los
profesionales del Pincha si estaban arrepentidos por lo que había ocurrido en
el último clásico. La escena resultó ciertamente incómoda y mostró a un Agustín
Alayes repartiendo el micrófono para eludir la respuesta. Finalmente fue el
propio Andújar quien se hizo cargo de la situación y no dudó en contestar:
“Está claro que nos arrepentimos de lo que pasó. Lo dijimos en su momento y lo
repetimos ahora. Pero ya está, ya pasó. Ahora hay que mirar para adelante. Ya cumplimos por lo que
hicimos”, expresó el arquero.