La foto es un fiel testimonio de
un grosero error del árbitro Damián Rubino. Transcurría el segundo tiempo,
cuando, como se ve en imagen, Lucas Villar fue tomado de la camiseta de una
manera más que grosera.
Era un penal clarísimo, aunque el
partido ya estaba definido. El árbitro estaba muy cerca, pero no vio nada.