El
control de ingreso al estadio de Liniers estuvo bastante riguroso. Personal de
APREVIDE, acompañado de efectivos policiales, controlò el ingreso de cada uno
de los asistentes. Algunos allegados al Rojo, según trascendió, no pudieron
ingresar al estadio.
Por
su parte, desde el club señalaron que hacía cuatro años que no contaban con un
control de esa magnitud.