La
mayoría de las quejas de los jugadores apuntó, al final del encuentro, al
estado del campo de juego. Y es que el piso del “12 de Octubre” no está bien.
Son varios los factores que inciden en esta situación: las heladas del
invierno, la falta de mantenimiento y la falta de un lugar alternativo para
realizar los entrenamientos y los partidos de infantiles e inferiores.
Prácticamente, no hay descanso y la actividad es intensa de lunes a lunes. La
cancha paga las consecuencias y así es imposible jugar a ras del piso. “Ni
Barcelona podría jugar bien en esta cancha”, deslizó Nacho González tras el
cierre del partido.