La
resonancia magnética a la que se sometió el volante Lucas Villar no arrojó los
resultados esperados. La lesión sufrida en la rodilla izquierda es más grave de
lo que se suponía. El estudio determinó que hay una rotura de meniscos.
El
jugador consultará en las próximas horas un especialista en la materia y confía
en que con fortalecimiento y
kinesiología pueda llegar a jugar sin pasar a la
brevedad por el quirófano.