En
una tarde de domingo muy fresca y tras casi cuatro meses sin jugar en el “12 de
Octubre”, el socio del Rojo pudo acudir al estadio y ver de cerca al equipo.
Obviamente, con la amargura que dura por haber perdido la categoría y jugar en
una división en la que Defensores no estaba hace más de tres décadas. Pero el
sentimiento del hincha no varía y por eso
dijo presente. Es difícil de medir
ese apoyo porque solamente pueden ingresar los socios y hay otros vecinos de la región, que no lo son,
que no tienen el derecho de acceder a la cancha.