martes, 4 de septiembre de 2018

UNA CANCHA A MEDIDA

La cancha de Liniers, desde que fue inaugurada a mediados de los ochenta, se caracterizó por su “falsa escuadra”. Era común como podía observarse detrás de un arco que “la cancha estaba torcida”. Así jugó el Rojo, en esas condiciones, todas las veces que le tocó ir a ese reducto, donde incluso llegó hacer de local varias veces cuando tenía su estadio en obras. Hasta qué a fines de 2016, la AFA intimó a Liniers a que encuadrara su reducto. Tras algunos meses de obra, logró poner su estadio en condiciones.
Por lo tanto hoy fue la primera vez que el Rojo jugó en dicho escenario reformado.