En ese marco, nadie quiere tomar decisiones apresuradas y pensar cada paso con la seriedad que requiere la situación. Se sabe que son tiempos muy difíciles, nunca antes vivido. Entonces cada paso que se ejecute deberá ser analizado y consensuado.
Seguramente, comiencen a sonar los celulares de los dirigentes. Llegarán ofrecimientos de tal o cual entrenador.
Pero el Rojo tenía un proyecto con Da Ponte a la cabeza pero también con sus colaboradores. Y no lo quiere terminar. El plantel desea lo mismo y en las próximas horas se producirían los primeros encuentros para ver cómo se continúa ante una situación tan inesperada como tremendamente triste.