BOLIVAR (Especial). Estaba prohibido empatar. “Camba” debía ganar para seguir con chances reales y concretas de llegar al octogonal. Barracas Bolívar para no descender a la Primera “D”. Fue Defensores de Cambaceres el que terminó festejando. Agónicamente. En el segundo minuto de los siete que adicionó el polémico Velarde. Le ganó 2 a 1 a Barracas Bolívar y sigue con chances, luego de estar 0-1 abajo. Barracas terminó con nueve, se fue al descenso y Camba se permite seguir soñando.
“No dejemos que nadie nos quite la posibilidad de entrar al reducido. Tengamos la misma actitud que nos llevó hasta acá. Tenemos que ganar y llevarnos a todos por delante”. La arenga en camarines del técnico Martín Zuccarelli se oyó nítidamente en la previa.
Durante el transcurso de los primeros cuarenta y cinco minutos, el encuentro tuvo alternativas cambiantes. El Rojo fue menor a mayor en el desarrollo de las acciones. El orden volvió a ser su principal virtud y siempre procuró asegurar un buen destino del balón. Barracas, obligado a ganar para no perder la categoría, nunca lo metió contra su arco y solo complicó con algunos remates de media distancia. El equipo de Zuccarelli estuvo sólido en la faz defensiva.
La primera llegada del partido fue un cabezazo de Naser que se fue desviado contra el palo derecho. Respondió enseguida el local con un disparo de Sierra que se fue cerca del palo derecho. Y enseguida, Molteni, ingresando por izquierda, elevó el remate final.
En la medida que Jones se fue adueñando de la mitad de la cancha y encontró buena recuperación del balón en Benavente, y en que Catriel logró desnivelar por el sector izquierdo, el Rojo creció en su juego. Pero fue más lo que insinuó que lo que pudo concretar. Diego Matías Jaime y Naser no estuvieron precisos para cerrar las jugadas. Un disparo de Catriel cruzado fue desviado por Rago y otro de Naser, llegando por la derecha, fue controlado por el propio arquero. Fueron las llegadas más profundas del once de Zuccarelli, que dejó una mejor impresión. El local apostó por alguna corrida de Molteni y a disparos de media distancia sin mayores riesgos para Zurlo. Poco para un equipo que se jugaba tanto.
En el complemento, el partido se hizo más intenso, más luchado y con mayor nerviosismo. Los dos necesitaban la victoria. Camba lo buscó pero le seguía faltando profundidad arriba. Pero, sorpresivamente, Barracas fue el que se puso en ventaja. Iban 19 minutos cuando Molteni se la picó por arriba a Zurlo para el 1 a 0. Rápidamente, el Rojo llegó al empate. A los 21, Catriel se metió por la izquierda y definió cruzado para el 1 a 1. El juego ganó en dramatismo. Hubo dos goles anulados a Yaniz y Diego Jaime por posición adelantada.
Iban los dos. Dieguito Jaime entró por Benavente y más tarde Yaniz por el intrascendente Naser. Fue en el momento que Zurlo dejaba la cancha por lesión. Sosa entró a jugar los últimos quince minutos.
Parecía que el empate era inamovible. Velarde adicionó siete minutos y a los 47 el Rojo se quedó con la victoria. Llegó un centro de Jones al área, falló Rago, la pelota quedó bollando y Diego Matías Jaime tuvo que empujar al gol. Enseguida fue expulsado Baez por aplicarle un cabezazo al juez de línea al protestar el gol y un par de minutos después vio la roja Zarza por una fuerte infracción.
Los dos necesitaban ganar. Defensores acertó en el final y se quedó con todo. Puso el corazón y sigue con la ilusión abierta.
“No dejemos que nadie nos quite la posibilidad de entrar al reducido. Tengamos la misma actitud que nos llevó hasta acá. Tenemos que ganar y llevarnos a todos por delante”. La arenga en camarines del técnico Martín Zuccarelli se oyó nítidamente en la previa.
Durante el transcurso de los primeros cuarenta y cinco minutos, el encuentro tuvo alternativas cambiantes. El Rojo fue menor a mayor en el desarrollo de las acciones. El orden volvió a ser su principal virtud y siempre procuró asegurar un buen destino del balón. Barracas, obligado a ganar para no perder la categoría, nunca lo metió contra su arco y solo complicó con algunos remates de media distancia. El equipo de Zuccarelli estuvo sólido en la faz defensiva.
La primera llegada del partido fue un cabezazo de Naser que se fue desviado contra el palo derecho. Respondió enseguida el local con un disparo de Sierra que se fue cerca del palo derecho. Y enseguida, Molteni, ingresando por izquierda, elevó el remate final.
En la medida que Jones se fue adueñando de la mitad de la cancha y encontró buena recuperación del balón en Benavente, y en que Catriel logró desnivelar por el sector izquierdo, el Rojo creció en su juego. Pero fue más lo que insinuó que lo que pudo concretar. Diego Matías Jaime y Naser no estuvieron precisos para cerrar las jugadas. Un disparo de Catriel cruzado fue desviado por Rago y otro de Naser, llegando por la derecha, fue controlado por el propio arquero. Fueron las llegadas más profundas del once de Zuccarelli, que dejó una mejor impresión. El local apostó por alguna corrida de Molteni y a disparos de media distancia sin mayores riesgos para Zurlo. Poco para un equipo que se jugaba tanto.
En el complemento, el partido se hizo más intenso, más luchado y con mayor nerviosismo. Los dos necesitaban la victoria. Camba lo buscó pero le seguía faltando profundidad arriba. Pero, sorpresivamente, Barracas fue el que se puso en ventaja. Iban 19 minutos cuando Molteni se la picó por arriba a Zurlo para el 1 a 0. Rápidamente, el Rojo llegó al empate. A los 21, Catriel se metió por la izquierda y definió cruzado para el 1 a 1. El juego ganó en dramatismo. Hubo dos goles anulados a Yaniz y Diego Jaime por posición adelantada.
Iban los dos. Dieguito Jaime entró por Benavente y más tarde Yaniz por el intrascendente Naser. Fue en el momento que Zurlo dejaba la cancha por lesión. Sosa entró a jugar los últimos quince minutos.
Parecía que el empate era inamovible. Velarde adicionó siete minutos y a los 47 el Rojo se quedó con la victoria. Llegó un centro de Jones al área, falló Rago, la pelota quedó bollando y Diego Matías Jaime tuvo que empujar al gol. Enseguida fue expulsado Baez por aplicarle un cabezazo al juez de línea al protestar el gol y un par de minutos después vio la roja Zarza por una fuerte infracción.
Los dos necesitaban ganar. Defensores acertó en el final y se quedó con todo. Puso el corazón y sigue con la ilusión abierta.