Se termina uno de los peores años en Defensores de Cambaceres. Institucional y deportivamente. No hay dudas de eso. Los números están a la vista. Desde hace varias temporadas, el Rojo viene de mal en peor. Una breve síntesis del 2010 puede resumirse así: tornado y daños en el estadio y en la sede; 4 partidos y renuncia de Bastía; licencia y alejamiento del presidente Gestari; llegada de Zuccarelli; torneo mediocre y sin reducido; bajas en la CD; detención de Adrián Quinteros, por entonces a cargo de la presidencia, por motivos ajenos a la entidad; Horacio Curti es el tercer presidente del año de la entidad; llegada de 17 refuerzos; otro torneo flojísimo; alejamiento de grupo inversor; renuncia de Zuccarelli; sólo 8 goles favor (récord de ineficacia en la historia de la entidad); llegada de Santa María.
Seguramente pasaron otras cosas, pero esta es una apretada síntesis de los hechos más significativos del año. Como signo positivo, el Rojo está equilibrado financieramente y no se generó nueva deuda con esta debilitada conducción. Hay mucho por hacer y mejorar.
Defensores está mal pero puede estar peor. Por eso, cuando llegue el momento del brindis y del balance, quienes quieren de verdad al Rojo deberán aunar criterios y pensar que al club sólo se lo saca adelante con la fuerza y voluntad de todos. Es ahora cuando Camba necesita del apoyo de todos los sectores. Es ahora cuando hay que trabajar mancomunadamente por el bien de la institución. Es el gran desafío para el 2011. Es nuestro gran deseo. Feliz año para todos; ojalá pueda serlo también para nuestro querido Camba.