martes, 3 de mayo de 2016

LISA SE FUE PREOCUPADO Y SIN HABLAR


“Disculpame, hablamos mañana después del entrenamiento”. Fue la frase que pronunció un Fabián Lisa apesadumbrado cuando dejó el vestuario de Defensores de Cambaceres y se dirigió al micro que transportó a la delegación del Rojo hasta la cancha de Dock Sud. No había ánimo tras la dura derrota. Los mismos jugadores se fueron en fila india hacia el ómnibus masticando amargura por la caída. Por primera vez en el torneo, Lisa prefirió llamarse a silencio y analizar más profundamente lo ocurrido antes de hacer una declaración pública.
Era tal la preocupación del entrenador que una vez concluido el partido salió de vestuarios y se quedó charlando un rato en la tribuna visitante con el vicepresidente primero, Sebastián Martinetti.

Está claro que la goleada y el presente deportivo golpeó fuerte en la tarde de hoy.