Defensores de Cambaceres y Central Córdoba de Rosario
jugarán el lunes, a las 15, en el estadio “12 de Octubre” a puertas cerradas
por decisión de los organismos de seguridad.
La medida fue oficializada en la jornada de hoy y el
argumento para el castigo es que no se
cumplieron con las medidas de seguridad dispuestas en el compromiso frente a
Sacachispas. Concretamente, el informe del APREVIDE señala la presencia de bombos y bengalas en
el interior del estadio, situación que se encuentra prohibida.
Llama poderosamente la atención esta nueva sanción a los
hinchas del Rojo, si se tiene en cuenta que en otros estadios no se actúa con
la misma rigurosidad.
Hace tiempo que venimos denunciando que es intolerable que se
sigan programando los encuentros los días de semana perjudicando al socio que
no puede asistir por cuestiones laborales. Pero esta medida resulta un excesivo castigo.
¿No son precisamente los organismos de seguridad quienes
tienen que garantizar la misma? ¿No son ellos quienes deben hacer el contralor
respectivo? Es vergonzoso y hasta discriminatorio el trato que le da a algunos
clubes del ascenso. Más allá de que muchas
veces los antecedentes de violencia juegan en contra, la rigurosidad de las
sanciones no son iguales para todas las instituciones y mucho menos para las
categorías inferiores.