Los
datos son por demás elocuentes. Defensores cerró el torneo como local jugando
un lunes y a puertas cerradas en Ensenada. Una situación que se repitió
constantemente durante el año. De los 19 encuentros que disputó, solamente dos
lo hizo un sábado y en horas de la mañana. Fue ante San Martín (2-0) y Juventud
Unida (0-0). Pero el otro dato aún más negativo es que solamente en ocho
encuentros sus socios pudieron ingresar a ver un partido. Los otros 11 se
jugaron a puertas cerradas, los tres primeros del torneo cuando Defensores hizo
como local en otros escenarios. Una situación que deberá revertirse en el
próximo torneo.