Una gran fiesta se vivió esta tarde en Punta Lara, durante
el desarrollo de la jornada de LISFI. Fue el día para despedir a la categoría
2002, que cerraba su participación en este certamen en condición de local y se
alejaba de este tipo de competencia.
Hubo mucha emoción y mucho cotillón. Banderas, papelitos,
bombos, espuma y un gran recibimiento. Un lindo colorido para una fiesta
preparada para que estos pequeños la recuerden por siempre. Más allá de la
caída por 1 a 0, los
pibes del Rojo disfrutaron su último encuentro como local
en cancha de siete. A partir de ahora se abrirán nuevas expectativas.