Todo
parecía indicar que el ciclo de “Nacho” González, una vez consumada una nueva
derrota, estaba cumplido. Los rostros de los jugadores, algunos al límite de
las lágrimas, lo decían todo. El plantel debía respaldar en la cancha al cuerpo
técnico. Pero nada salió bien. Una vez que el árbitro pitó el final del
partido, el DT se quedó unos minutos en el campo de juego y luego salió por la
puerta lateral. Se presumía el final del ciclo. Mientras tanto, ya en
camarines, los dirigentes se reunían a deliberar, con el
presidente Zamponi a
la cabeza. Unos pocos directivos entendían que había que cambiar el rumbo. Pero
no era el pensamiento de la mayoría. El DT fue convocado a la reunión. Dio su
punto de vista, analizó las situaciones futbolísticas y escuchó el pensamiento
de los dirigentes, que le ratificaron la confianza y apuestan a un proceso. No
todos piensan igual, pero el entrenador sigue en su cargo y buscará revertir
este presente en el próximo compromiso.