Esteban Coronel, desde los doce pasos, tuvo la chance de cambiar la suerte del Rojo en la revancha contra Central Español. Aún retumba en la noche de Ituzaingó ese penal malogrado por el capitán de Camba.
Había sido su segunda ejecución en el torneo, ya que el primero lo había anotado en la primera fecha en Ensenada en la goleada por 5 a 0 contra Central Ballester. El otro penal que había tenido Defe en el certamen fue atajado por el arquero de Yupanqui Diego Martínez, en la última del Apertura cuando fue victoria por 3 a 2.
Pero Coronel había tenido la chance de ejecutar cuatro penales en la temporada pasada y todos habían terminado en gol. Uno en Rosario para un 1-1 contra Argentino, dos a Muñiz como visitante (dos victorias por 2-0 y 1-0) y otro frente a Sportivo Barracas (1-1), en cancha de Morón.
Había anotado cinco de cinco, hasta que llegó la fatídica noche de Ituzaingó. A diferencia de otras ocasiones, esta vez no fue un remate bajo y esquinado, como solía asegurarlo, sino que su remate se elevó por sobre el travesaño. A la postre terminó siendo determinante en el desenlace del encuentro.