Atónitos. Incrédulos. Así quedamos tras el debut mundialista. Ni el más pesimista de los argentinos podía haber imaginado una derrota contra Arabia Saudita que complica seriamente la chance de clasificar a los octavos de final. Increíble lo que le pasó a Argentina. Arrancó ganando con un penal de Messi y estaba para ganar con comodidad. El VAR le anuló tres goles por posición adelantada y no supo romper con el planteo de rival. Pero nadie podía suponer lo que iba a ocurrir en pocos minutos del segundo tiempo. Los árabes lograron dos goles impensados (el segundo, un golazo) y después supieron defender la victoria con un trabajo impecable en lo defensivo.
Un mazazo inesperado en el debut que pone a Argentina contra
las cuerdas y la obliga a ganar sus próximos dos encuentros ante México y
Polonia. Realmente, increíble.