Difícil expresar con palabras este momento. Finalistas del mundo lo dice todo. El premio a un equipo que nunca bajó los brazos y que llegó a este lugar por merecimientos propios. Ganó una semifinal a lo grande. Demoliendo a su rival con llamativa contundencia. Con jugadores en un nivel altísimo. De Messi ya no hay palabras, pero hoy Julian Alvarez fue explosivo y determinante
Pero no solo fueron ellos, hubo un equipo en todo el sentido de la palabra para llegar a esta final soñada, la sexta de la historia del fútbol argentino.
Ahora quedan 90 minutos para la gloria eterna, para volver a levantar esa Copa soñada y darle a Messi el premio que tanto merece.