Es el “malo” o el “odiado” por los jugadores en cada pretemporada. El preparador físico suele ser la persona que tiene que aplicar el rigor de los entrenamientos, especialmente en los comienzos de la preparación del equipo. Raúl Stip asume su rol y sabe que todo lo que pueda hacer ahora servirá para el futuro del equipo.
¿Cómo se está desarrollando la pretemporada?
Bien, con muchas ganas. Los chicos están muy enchufados y con ganas de terminar la parte más dura. No pudieron tocar la pelota, pero lo entendieron desde el primer día cuando nos juntamos y hablamos de cómo iba a ser la pretemporada. Todos estuvimos de acuerdo. Ya la semana que viene se va hacer hincapié con la pelota.
¿Correr, ir a la arena, trabajar en el río, debe ser molesto para los jugadores?
El río lo que tiene es que es mas motivacional. En el agua se divierten. Es duro. Buscamos que se motiven bien para que puedan soportar las cargas.
¿Cómo sigue la actividad?
La próxima semana vamos a ser más específico en lo futbolístico. Lalo se va hacer más cargo de la parte de fútbol y vamos a tener entrenamientos en doble turno.
La parte de prelación física va a ser con pelota y el entrenador podrá hacer hincapié en lo táctico.
¿Cuáles son las diferencias entre hacer una pretemporada en este lugar o ir a la Costa Atlántica?
Para ir a un lugar, lo bueno es que estamos todos juntos. No tuvimos la posibilidad de tener una semana todos juntos. Ya conocemos como es la divisional y la economía del club. Todos tiramos para adelante. Estar afuera o adentro, si uno tiene las condiciones de trabajo buenas, se puede hacer bien.