Defensores de Cambaceres no pudo continuar con su racha positiva y cayó derrotado esta tarde en la cancha de Cañuelas, donde hizo las veces de local, por Defensores Unidos de Zárate, por 3 a 1. Fue encuentro cambiante. El Rojo lo ganaba por 1 a 0, pero la visita se lo dio vuelta en siete minutos letales. El equipo entregó todo en el campo de juego, lo buscó en el segundo tiempo, pero cometió errores importantes que lo dejaron con las manos vacías.
Los equipos se estaban acomodando el partido, cuando a los diez minutos, en su primer ataque, “Camba” logró ponerse en venta con un golazo desde fuera del área del “Colorado” Massolo. La pelota ingresó a media altura, contra el palo izquierdo de Menon. Tres minutos después, el Rojo tuvo la chance aumentar pero el cabezazo de Massolo se fue desviado. Pudo haber sido el nocaut. Sin embargo, en pocos minutos, el encuentro cambió de dueño. La visita, de la mano de Garay, y el olfato goleador de Velazquez, tuvo siete minutos arrolladores. A los 19 minutos, empató el partido. Centro de Velázquez desde la derecha, Garay remata, tapa a medias Lacerre, y en el rebote concreta al gol. Defensores se desorientó y lo pagó muy caro. El CADU llegó al segundo tanto a los 22minutos con un cabezazo de Velázquez contra el parante derecho. Lo ganaba y en un ratito se lo daban vuelta. Los desacertados fallos de Amato pusieron más nervioso al Rojo. Sus horrores en defensa fueron aprovechados por la visita. Y otra vez apareció en escena el goleador Velázquez. Iban 26 minutos cuando venció una débil resistencia de Lacerre para el 3 a 1. En siete minutos, una ráfaga de goles del rival y una ráfaga de errores propias dejaban al once de Borgarelli contra las cuerdas. Le costó al Rojo asimilar semejante cambio en el partido y ya no pudo inquietar en el resto de la etapa al arquero rival, más allá de haber ajustado sus desacoples defensivos con un movimiento de piezas en el fondo.
El patrimonio exclusivo de la pelota pasó los jugadores del Camba en la parte complementaria. La visita cedió la iniciativa, se olvidó del arco de Lacerre y se dedicó a cuidar el resultado. Borgarelli metió mano al banco y puso en cancha un equipo super ofensivo. Primero, Di Biasi se ubicó como doble enganche con López y salió Manes. Redobló la apuesta con el ingreso de Naser por Ibañez y volvió a mover las piezas al entrar Soria por Gamberini. El Rojo tuvo la pelota y varias situaciones para descontar. Pero muchas veces equivocó el camino al utilizar el centro como recurso repetitivo. Los minutos fueron pasando, el descuento (hubiera sido merecido) no llegó y los de Zárate se aferraron al triunfo.
No fue la tarde de Camba, sin dudas. Se durmió una siesta de siete minutos y lo lamentó mucho. Dejó escapar la chance de acercarse a los de arriba, justo a unos días de visitar al puntero del torneo.
Los equipos se estaban acomodando el partido, cuando a los diez minutos, en su primer ataque, “Camba” logró ponerse en venta con un golazo desde fuera del área del “Colorado” Massolo. La pelota ingresó a media altura, contra el palo izquierdo de Menon. Tres minutos después, el Rojo tuvo la chance aumentar pero el cabezazo de Massolo se fue desviado. Pudo haber sido el nocaut. Sin embargo, en pocos minutos, el encuentro cambió de dueño. La visita, de la mano de Garay, y el olfato goleador de Velazquez, tuvo siete minutos arrolladores. A los 19 minutos, empató el partido. Centro de Velázquez desde la derecha, Garay remata, tapa a medias Lacerre, y en el rebote concreta al gol. Defensores se desorientó y lo pagó muy caro. El CADU llegó al segundo tanto a los 22minutos con un cabezazo de Velázquez contra el parante derecho. Lo ganaba y en un ratito se lo daban vuelta. Los desacertados fallos de Amato pusieron más nervioso al Rojo. Sus horrores en defensa fueron aprovechados por la visita. Y otra vez apareció en escena el goleador Velázquez. Iban 26 minutos cuando venció una débil resistencia de Lacerre para el 3 a 1. En siete minutos, una ráfaga de goles del rival y una ráfaga de errores propias dejaban al once de Borgarelli contra las cuerdas. Le costó al Rojo asimilar semejante cambio en el partido y ya no pudo inquietar en el resto de la etapa al arquero rival, más allá de haber ajustado sus desacoples defensivos con un movimiento de piezas en el fondo.
El patrimonio exclusivo de la pelota pasó los jugadores del Camba en la parte complementaria. La visita cedió la iniciativa, se olvidó del arco de Lacerre y se dedicó a cuidar el resultado. Borgarelli metió mano al banco y puso en cancha un equipo super ofensivo. Primero, Di Biasi se ubicó como doble enganche con López y salió Manes. Redobló la apuesta con el ingreso de Naser por Ibañez y volvió a mover las piezas al entrar Soria por Gamberini. El Rojo tuvo la pelota y varias situaciones para descontar. Pero muchas veces equivocó el camino al utilizar el centro como recurso repetitivo. Los minutos fueron pasando, el descuento (hubiera sido merecido) no llegó y los de Zárate se aferraron al triunfo.
No fue la tarde de Camba, sin dudas. Se durmió una siesta de siete minutos y lo lamentó mucho. Dejó escapar la chance de acercarse a los de arriba, justo a unos días de visitar al puntero del torneo.