Voy a hacer todo por estar presente, por mi cariño a Camba y por mi inmenso cariño y gratitud a José Luis. Me imagino el partido como uno de los tantos que hemos jugado allá por 1986 con Don Ignomiriello a la cabeza. Un partido donde el sabado temprano seguro habrá que pensar si se juega o no se juega, en el fangal, y con las ganas de que se queden los 3 puntos en casa. Lo dirige alguien al que aprecio como Martín Zuccarelli, y en el plantel además tengo a un hijo adoptivo, Jerónimo Cabello. No importa que se compare a como se retiró Pele, que lo hizo en el Maracaná con la camiseta de Brasil. José Luis, sólo cumpliendo con lo que dijo, se roba toda la expectativa del caso.La anécdota más graciosa fue el primer día que asumo como técnico de Estudiantes. Yo en Camba lo tuve un año y él era uno más. Entonces, salí del vestuario y J. S. Verón se me pone en banquito atras mío; José me empuja, obvio que caigo al piso. Risas y todo bárbaro... Pero después de entrenar les digo: Muchachos, ustedes saben que voy a ser el mismo de siempre hasta que me muera, pero ahora ubíquense, que ya no soy más el profe, ahora soy el técnico. Eso pinta la relación y la confianza que teníamos.
Por el "Profe" Daniel Córdoba
Especial para el Diario Hoy