Dejó mucho que desear el trato hacia la prensa visitante en la cancha de Sacachispas. La ubicación asignada a las cámaras de televisión y hacia la 89.7 resultó una burla para el trabajo periodístico. Estuvimos instalados en una pequeña tribuna de cemento, de unos diez escalones, sobre un costado del campo de juego, junto a los dirigentes y allegados del Rojo. Nadie se hizo cargo de la situación. Los dirigentes de Sacachispas brillaron por su ausencia y culparon a la Policía Federal.
Estos afirmaron que recibieron órdenes del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, que no permitieron ubicarnos, con en otras ocasiones en ese estadio, en las cabinas de transmisión, que aún no están finalizadas. Lo cierto es que todos se lavaron las manos y el lugar asignado fue impropio para realizar un trabajo prolijo. Si hay una tribuna inhabilitada y no existen comodidades para la prensa, ¿cómo puede estar habilitado ese estadio? Los dirigentes presentarán una queja en AFA esta semana.