miércoles, 9 de abril de 2008

Un golazo de Ladogana en el descuento salvó un punto para Camba












Un golazo de Francisco Ladogana en el segundo minuto de los cuatro que había adicionado el árbitro Diego Colombo le permitió a Defensores de Cambaceres igualar esta tarde en dos tantos en Caseros frente a Estudiantes de Buenos Aires. Todos los goles llegaron en el complemento. A los 10 minutos, Martín puso en ventaja al local; sobre los 27 minutos logró empatar Russo, pero Martín volvió a desnivelar para los locales a los 41. Cuando parecía que el Rojo se volvía con las manos vacías, un zapatazo de Ladogana desde fuera del área se clavó en ángulo izquierdo de Jaime y le dio un punto al equipo de Ensenada. Con este resultado, Defensores quedó a 11 puntos de San Telmo cuando quedan 8 partidos por jugar. La actitud y las ganas del Rojo fue para destacar, aunque le faltó volumen de juego.
El Rojo no podía seguir con esa imagen de equipo vulnerable, de equipo apático. Y la actitud cambio, en estos dos últimos partidos fue otra. Esta vez lució más ordenado, más compacto, con una mayor entrega de sus jugadores.
Durante el primer tiempo, Estudiantes manejó con mayor criterio la pelota. Fue el equipo que tomó la iniciativa. Sin embargo, el tener más tiempo la posesión del balón no significó que llegara con peligro. Por el contrario, dispuso de varios tiros de esquina y en todos resolvió mal. “Camba”, sin tener la pelota, y agrupándose atrás, dispuso de dos claras oportunidades. Ambas estuvieron en los pies de Víctor Gómez. Una se fue por poco por arriba del travesaño y la otra alcanzó a desviarla Jaime. Defensores fue un canto a la voluntad y al sacrificio, pero quedó en deuda con el juego.
En el complemento, el local siguió con la iniciativa. Y tuvo premio a los diez minutos cuando Martín escapó al golero Aranas y definió con el arco a su disposición. Con sus limitaciones, el Rojo no se resignó y adelantó sus líneas. El empate llegó a los 27 minutos en una acción de Russo por la derecha. Luego de un rebote, el balón apenas traspuso la línea de sentencia. Era el empate, era el primer grito de Russo en Cambaceres. El encuentro tenía intensidad. Cerca del final habría más emociones. A los 41 minutos, Martín se filtró por el medio del área y definió con categoría. Era el 2 a 1. parecia cosa juzgada. Pero el corazón de Camba le iba a dar una oportunidad más. En el descuento, un zapatazo de Ladogana impactó en el ángulo superior derecho y fue festejo y desahogo para el Rojo.
En otras circunstancias, hubiera sido un gran punto. En las actuales no deja de ser un empate y nada más. San Telmo sigue estando lejos, los plazos de acortan y el descenso acecha. Lo bueno es que ahora hay otra actitud, otra entrega del equipo y eso merece resaltarse.