Estas imágenes muestran cómo se encontraba el estado del campo de juego de Defensores de Cambaceres, en horas del mediodía, cuando arreciaba la lluvia. Si bien lógicamente estaba blanda, las fotos muestran que el verde cubría todo el rectángulo y que, a simple viste, no se apreciaban charcos.
Una imagen que hace algunos años atrás podía haber mostrado una laguna, hoy la realidad indicaba que si el árbitro lo disponía el partido se podría haber jugado.