La prohibición de concurrencia de público era para ingresar al estadio,
no a las viviendas o edificios vecinos. Solamente pudo visualizarse a un par de
hinchas en los techos de la Escuela 10 y a otro que subió a su vivienda e hizo flamear
su bandera. Desde la nueva pista de BMK, donde se reunió mucha gente porque se
desarrollaba un torneo nacional, algunos intentaron ver a lo lejos secuencias
del encuentro.
Dentro del estadio, solamente ingresaron las personas que estaban en el
listado, que controlaron celosamente dos empleados del APREVIDE.