De acuerdo a algunas estadísticas que elaboraron algunos portales de
internet, en lo que va del presente año ya se jugaron más de 50 partidos a
puertas cerradas, una prueba más de lo mal que trabaja el APREVIDE, que sólo
parece buscar soluciones simplistas para castigar los hechos de violencia.
En ese marco, para el Rojo fue el séptimo encuentro consecutivo baja esa
movilidad, situación que ya no tiene justificativo alguno y que debería reverse
en el próximo encuentro.
El socio no tiene la culpa de la ineptitud
manifiesta que muestran los
organismos de seguridad ni de los hechos de violencia que puedan generar unos
pocos. En todo caso, habrá que castigar a esos individuos con el peso de la
ley.