A la
hora del almuerzo. En el mismo momento cuando a pocos metros de la cancha,
cruzando el Riachuelo, “Caminito” toma el color del mediodía de domingo plagado
de lugareños y visitantes y cuando las pizzerías tienen una nutrida
concurrencia. A esa hora arrancó el juego entre San Telmo y el Rojo. Pero el
público local dejó todo de lado y se acercó en un buen número al “Dr. Baletto”.
Con su aliento se hizo sentir en la cancha de toda la vida.