Un rato de fútbol en césped. No como lo hubiera pretendido
el cuerpo técnico y los jugadores pero peor es nada. Tras más de una semana en
reductos cuyas superficies poco tienen que ver con la práctica profesional de
este deporte, el plantel de Camba pisó esta mañana el césped. O mejor dicho el
barro. Fue en el predio municipal
ubicado frente a La Montonera, donde habitualmente entrenan los juveniles,
donde se realizó la práctica. No hubo un
ensayo de fútbol formal. Las dimensiones del lugar a utilizar no daban para una
cancha de once. Se trató de esquivar las zonas blandas o con agua. Y así salió
un trabajo de definición y de fútbol en espacios reducidos. Claro está, Gastón
Gamberini no pudo poner un equipo en cancha. Y por ese motivo es que la
formación que presentó
ante Cañuelas no tendría variaciones. No hubo lugar
físico para ensayar algún tipo de modificación. Todavía no está confirmado por
el DT, pero el equipo sería el mismo al de hace dos semanas. Mañana tendrá la
última chance de probar. Será en el mismo lugar. Si seca el predio, tal vez
haya unos 10 o 15 minutos para para parar un equipo y hacer un ensayo. El
tiempo en estas semanas le jugó en contra a todos.