De pibe quien no jugó al fútbol en una plaza esquivando
árboles y canteros de flores, quien no jugó en un campito lleno de charcos de
agua con un caballo pastando cerca o con un gallinero detrás de un arco.
Pero en el fútbol un poquito mas organizado, con arcos
reglamentarios, redes y cancha marcada, también se han visto casos insólitos.
En Ucrania hay una cancha construida en un terreno con un
gran desnivel hacia un lateral.
En Holanda por el medio de un campo de juego corre un
delgado arroyo.
En Eslovaquia al borde del campo del Club TJ Cliny Balog
cruzan las vías de un tren que circula regularmente. En España hay un estadio
con su cancha inclinada desde un barranco hacia el nivel del suelo.
Como vemos y leemos, la locura y las ganas de jugar al
fútbol superan todos los desafíos que podemos imaginar.