Entregaron el corazón y lucharon con gran hidalguía hasta el final del partido. La pelearon hasta donde pudieron pero no alcanzó para impedir que esta tarde el rival de toda la vida, Villa San Carlos, lograra el ascenso de categoría. Pero Defensores de Cambaceres jugó con dignidad y terminó empatando en un gol, en un estadio donde el de Berisso llevaba siete victorias consecutivas. La enjundia de estos muchachos silenció a la multitud, que recién comenzó a gritar con fuerza cuando se jugaba el descuento. El Rojo mantuvo la paternidad contra su clásico rival, sumó un punto pensando en el reducido, pero lógicamente se quedó mascullando bronca por tener que mirar el festejo del adversario de siempre. Por esas cosas del destino, quiso que sea, justo en este partido, donde VSC pegó el mayor grito de su historia.
PRIMER TIEMPO
Arrancó parejo el partido y con imprecisiones. Estaba claro que había mucho en juego y que nadie estaba dispuesto a regalar absolutamente nada. Pero fue el local el que logró ponerse en ventaja. Iban 12 minutos cuando Miranda peleó un balón por la izquierda (reclamaron foul contra Muñoz), mandó el centro, que Salinas definió con gran precisión contra el palo izquierdo de Lacerre. El gol impactó en el Rojo. El conjunto de la dupla hizo mejor las cosas y, con algunas combinaciones interesantes, generó un par de llegadas. Primero con un disparo de Miranda desviado y después con un cabezazo de Salinas que se fue por arriba del travesaño. A Defensores le costaba encontrar la pelota. Pero en la medida que creció el trabajo de Miguel López, se fue acercando un poco más. Y fue sobre los 27 minutos cuando López, recostado sobre la izquierda, remató desde muy lejos y clavó el balón en el ángulo izquierdo del sorprendido Lavallén. Golazo para el 1 a 1. Enseguida, casi Yaniz marca el segundo tocando por arriba del travesaño.
SEGUNDO TIEMPO
Bajó el ritmo en la parte complementaria. El encuentro se hizo deslucido y hubo pocas llegadas a los arcos. San Carlos empezó a trabajar el partido en función de que la igualdad le servía para sus ambiciones. Camba se hizo cargo de la necesidad de ganar y quedó evidenciado con el mensaje que llegó desde el banco: el ingreso de Manes por Dٕíaz dejaba entrever que había que arriesgar. Pero así como en el aspecto de entrega y sacrificio no se le puede reprochar nada a este equipo, sí le faltó volumen de juego y profundidad. VSC estuvo bien parado en defensa y supo neutralizar los intentos de Camba. Los minutos finales mostraron al local conformándose con el resultado y dándole de punta para arriba y al Rojo buscando. Pudo haber sido de Jaime, a cuatro del final, pero el delantero remató mal y el balón se fue junto al palo izquierdo.
Camba no perdió contra su clásico rival y merece destacarse la entrega del equipo, aunque no alcanzó para apagar el merecido festejo de su adversario de siempre.
PRIMER TIEMPO
Arrancó parejo el partido y con imprecisiones. Estaba claro que había mucho en juego y que nadie estaba dispuesto a regalar absolutamente nada. Pero fue el local el que logró ponerse en ventaja. Iban 12 minutos cuando Miranda peleó un balón por la izquierda (reclamaron foul contra Muñoz), mandó el centro, que Salinas definió con gran precisión contra el palo izquierdo de Lacerre. El gol impactó en el Rojo. El conjunto de la dupla hizo mejor las cosas y, con algunas combinaciones interesantes, generó un par de llegadas. Primero con un disparo de Miranda desviado y después con un cabezazo de Salinas que se fue por arriba del travesaño. A Defensores le costaba encontrar la pelota. Pero en la medida que creció el trabajo de Miguel López, se fue acercando un poco más. Y fue sobre los 27 minutos cuando López, recostado sobre la izquierda, remató desde muy lejos y clavó el balón en el ángulo izquierdo del sorprendido Lavallén. Golazo para el 1 a 1. Enseguida, casi Yaniz marca el segundo tocando por arriba del travesaño.
SEGUNDO TIEMPO
Bajó el ritmo en la parte complementaria. El encuentro se hizo deslucido y hubo pocas llegadas a los arcos. San Carlos empezó a trabajar el partido en función de que la igualdad le servía para sus ambiciones. Camba se hizo cargo de la necesidad de ganar y quedó evidenciado con el mensaje que llegó desde el banco: el ingreso de Manes por Dٕíaz dejaba entrever que había que arriesgar. Pero así como en el aspecto de entrega y sacrificio no se le puede reprochar nada a este equipo, sí le faltó volumen de juego y profundidad. VSC estuvo bien parado en defensa y supo neutralizar los intentos de Camba. Los minutos finales mostraron al local conformándose con el resultado y dándole de punta para arriba y al Rojo buscando. Pudo haber sido de Jaime, a cuatro del final, pero el delantero remató mal y el balón se fue junto al palo izquierdo.
Camba no perdió contra su clásico rival y merece destacarse la entrega del equipo, aunque no alcanzó para apagar el merecido festejo de su adversario de siempre.