lunes, 1 de febrero de 2010

Derrota sin atenuantes: se jugó mal y se perdió bien











¡Qué mal jugó Defensores de Cambaceres! Fue un equipo desorganizado y sin ideas. La derrota sufrida como local ante General Lamadrid, por 1 a 0, no tiene atenuantes. El resultado no se puede discutir. Más aún, el conjunto de Villa Devoto tuvo chances para aumentar el marcador en la parte complementaria. Camba terminó jugando con 10 hombres por la expulsión de Adrián Jones, por una supuesta agresión. Ya acumula siete partidos sin victorias en el campeonato y necesita cuanto antes enderezar su rumbo en el torneo. El encuentro se jugó con una temperatura agobiante, cuya sensación térmica trepó a los 38 grados.
Un par de ataques a fondo de Lamadrid en el primer tiempo sirvieron para desnudar serias desinteligencias en el fondo del Rojo. La actuación desequilibrante del Nro. 7 Lescano fue un problema sin solución. De los pies del atacante surgieron los mejores intentos del equipo del Pato Franzoni. Fue precisamente Lescano quien realizó la jugada para que Zaccardo anotara lo que a la postre sería el único gol del encuentro. Iban 12 minutos cuando en el área chica sometió a Zurlo. El gol obnubiló a Camba. El sistema de 4-3-3 no surtió el efecto deseado. Nunca encontró la claridad necesaria. Ni el debutante Leonel Muñoz ni Catriel llevaron demasiado peligro por las bandas. La pelota nunca salió clara de los volantes y, entonces, fueron muy esporádicas las veces que Camba pudo complicar al arco rival. Un disparo de Jesús Martínez neutralizado por Peranic y otro de Naser desviado fueron las únicas situaciones de un equipo que perdió el orden.Para como sobre los 42, Jones vio la roja por una supuesta agresión y dejó a su equipo con uno menos para jugar la parte complementaria. Antes del cierre, Bastía hizo ingresar a Casanova para jugar por el medio, en lugar de Cabello.
Los primeros minutos del complemento dieron la sensación de que el Rojo se lo podía llevar por delante a su rival. Salió a jugar con mayor decisión y al minuto Ferrrantino salvó sobre la línea una entrada de Catriel. Después, en otra acción, Yaniz remató por arriba del travesaño. Pero fueron solo unos minutos de espejismo. El partido volvió a estancarse y el Rojo perdió la línea. Por momentos, fue solo empuje y una falta de ideas llamativa. A tal punto, que terminaba defendiendo con dos hombres, porque Jesús Martínez subía constantemente por la izquierda y Kees jugaba más de volante que de defensor. Lamadrid, mejor parado, jugó con inteligencia y de, contra, estuvo tres veces, con nítidas oportunidades para abrir el marcador.
Defensores, con un hombre menos y teniendo que hacer el gasto del juego con un calor insoportable, terminó a los pelotazos y casi sin sorprender a un equipo que hizo mejor las cosas.
Preocupación. Esa es la palabra que puede describir la actuación del once de Bastía. No tuvo una idea de juego y acabó envuelto en un mar de duda, que solo con buenos resultados podrá salir a flote.