miércoles, 24 de febrero de 2010

Un empate sin goles y la convicción de que hay que mejorar












La era Zuccarelli comenzó con un empate sin goles para Defensores de Cambaceres contra Deportivo Laferrere. El Rojo se hizo carne de la premisa de su entrenador en su primer partido y buscó privilegiar el cero en su arco para después buscar el de enfrente. El primer objetivo lo cumplió. Estuvo más sólido en defensa y no pasó grandes sofocones. El problema radicó en la generación del juego. Allí
quedó en deuda. El equipo careció de sorpresa y de ideas para generar situaciones de peligro. Ofreció muy poco en materia ofensiva y el 0 a 0 terminó siendo un resultado lógico e ineludible.
¿Hubo algo nuevo en Camba? Ya dijimos, mostró mantener el orden en todo momento y trató de ser un equipo corto en sus líneas. Además utilizó en varias ocasiones la chance de jugar con la ley del off side. Pero fundamentalmente privilegió la faz defensiva. Allí se movió con solvencia. Martín Zurlo tuvo dos intervenciones muy importantes (especialmente una que salvó en la parte final ante Saban cara a cara). El regreso de Julio San Esteban trajo seguridad y experiencia en la defensa. El “coquito” fue muy simple para resolver las llegadas del rival y se complementó bien con Dell Orto.
La visita insinuó un poco más, aunque nunca le alcanzó para complicar seriamente al Rojo. El partido, en líneas generales, resultó aburrido e impreciso. Largos bostezos en la tribuna es un reflejo de ello.
Como señalábamos, al Rojo le costó mucho acercarse al arco rival. De hecho, la única clara que tuvo fue en el segundo tiempo un disparo de Catriel que se estrelló en el palo derecho. Naser, lejos, fue el delantero más peligroso. Con sus arrestos individuales, se encargó de complicar a la defensa de “Lafe”. Diego Jaime, en cambio, no tuvo una buena tarde y fue absorbido por la marca.
Empate en cero que no dice demasiado. Empezó un nuevo ciclo y habrá que esperar un poco más sacar conclusiones concretas. Pero mientras ello ocurre, el Rojo lleva diez partidos sin ganar y el reducido cada vez se aleja más.