Y un día José Luis Calderón volvió a Defensores de Cambaceres. A su primer hogar futbolístico que lo vio partir rumbo a Estudiantes de La Plata en 1992. 18 años después, “Caldera”, próximo a cumplir los 40, regresó a su viejo amor para cumplir con un deseo personal: jugar su último partido oficial con la casaca de Camba.
Eran exactamente las 15.16 cuando un BMW importado estacionó en un sector del predio de la Escuela Naval Militar. De allí emergió la figura de Calderón, quién fue recibido y cruzó algunas palabras con el técnico Martín Zuccarelli y con el presidente Adrián Quinteros. Unos minutos después, atendió la requisitoria periodística de nuestro medio y de otros colegas y de allí se dirigió a cambiarse a la zona de vestuarios. El “Cholo”, el utilero, ya lo esperaba con la ropa para la práctica. Unos pocos minutos le bastaron para “vestirse de jugador de “Camba”. Pantalón rojo con el escudo del club y un buzo de color negro fueron las primeras vestimentas utilizadas. Mientras tanto, el grupo ya esperaba para empezar el entrenamiento. Zuccarelli hizo una breve presentación y Calderón cerró la charla agradeciendo la posibilidad. Después se prendió en el tradicional “loco” y hasta charló un poco con Cabello y con Ladogana (que estaría cerca de arreglar su vuelta al club). Posteriormente, el profe Amoroso ordenó algunos movimientos físicos con pelota y Calderón estuvo trabajando con Ezequiel Yaniz. Para ese momento, Calderón ya tenía puesta la pechera amarilla fosforescente con el número 2, clara señal de que iba a participar de la práctica de fútbol para el equipo inicial. Ese entrenamiento fue frente a la cuarta división del club. El equipo formó con Cuevas; Calabrese, Schonfeld, Ruscitti (defensor ex Defensa y Justicia, a prueba) y Leiva; Naser, Carreño, Piro y Catriel; Yaniz y Calderón. Fueron 50 minutos de fútbol contra los juveniles de la cuarta. Se lo vio muy activo a Calderón, moviéndose por el frente de ataque, dando indicaciones e, incluso, llegando hasta el área, aunque sin situaciones claras para marcar. El juvenil categoría 91, de cuarta, Andrés Alvaro, tendrá para contar que una fría tarde de invierno le tocó marcar a Calderón, integrante del último campeón del fútbol argentino. El partido terminó 1 a 0, y el gol lo anotó el nigeriano Evans Ugwunwa, que sigue a prueba y causó una grata impresión. La definición fue digna de elogio: mató la pelota con el pecho y la cruzó al palo izquierdo. Final del entrenamiento. Se saludó con el “Bocha” Casella, DT de la 4ta., se sacó la pechera y caminó rumbo a vestuarios para una ducha reparadora. Antes debió prestarse para un par de fotos para algunas personas que lo aguardaban. Así terminó el primer día del regreso de Calderón a Cambaceres. Pasaron nada menos que 18 años, aunque la vuelta será breve y efímera.