Defensores de Cambaceres igualó sin goles en Villa Devoto con General Lamadrid en un partido deslucido, trabado y donde las mejores situaciones de gol (dentro de las pocas que hubo en el partido) fueron para el equipo de Ensenada. El Rojo sumó el segundo 0 a 0 consecutivo como visitante y el cuarto partido en el torneo sin que lo que conviertan goles. Del otro lado hay que decir que solo anotó dos tantos en el torneo y que 18 puntos en juego logró reunir apenas 6. Según como lo mire el vaso está a medio llenar.
Por un lado, este equipo ha evidenciado con el correr de los partidos una solidez importante en la faz defensiva. Más allá de la variante de Ruscitti por Calabrese (Carreño jugó por la derecha y cumplió) el esquema no se resintió. Desde la seguridad que transmite Arias Navarro desde el arco hasta el trabajo de los cuatro defensores, el Rojo neutralizó a un Lamadrid que generó mucho menos de lo esperado en ataque.
El conjunto de Ensenada nunca se apartó del orden que pregona su entrenador. Había que estar muy atento en cada pelota parada por las dimensiones del campo de juego (de los más chicos de la categoría) y allí el Rojo no pasó grandes sobresaltos. El medio campo siempre estuvo combativo. Jones, por momentos, ganó la pulseada en el sector central, con el acompañamiento de Benavente. Fue cuando Bidondo pudo meter algunos pases precisos y Camba generó los mejores pasajes del primer tiempo. Siempre dentro de un partido chiquito, chato, anodino, con la pelota que iba de un lado para otro. Pero las más claras fueron del Rojo. Un cabezazo de Benavente cerca del ángulo, un disparo de Benítez que manoteó Zurlo y un tiro libre de Bidondo fueron las más claras de la visita. ¿Lamadrid? Poco. Dependió del juego de Santillán y Giménez, quienes fueron bien controlados por sus marcadores.
El complemento fue más flojo aún. Fue uro pelotazo y escaso juego asociado. Los dos equipos mostraron las dificultades para administrar la tenencia del balón. Lamadrid insinuó un poco más al inicio. Un disparo de Giménez controlado por Arias Navarro fue lo más claro. Pero nada más que eso. Se hizo muy aburrido el partido y Camba tuvo dos nuevas chances. Casanova probó de media distancia, tras una corrida de Naser, y también lo tuvo Catriel, cuyo disparo se fue por sobre el travesaño.
Se llegó al final con un lógico 0 a 0 que castigó la poca claridad de ambos elencos. Camba muestra solidez del medio hacia atrás, pero sigue fallando en la ofensiva. Es ahí donde deberá hacer hincapié para empezar a sumar de a tres puntos.-
Por un lado, este equipo ha evidenciado con el correr de los partidos una solidez importante en la faz defensiva. Más allá de la variante de Ruscitti por Calabrese (Carreño jugó por la derecha y cumplió) el esquema no se resintió. Desde la seguridad que transmite Arias Navarro desde el arco hasta el trabajo de los cuatro defensores, el Rojo neutralizó a un Lamadrid que generó mucho menos de lo esperado en ataque.
El conjunto de Ensenada nunca se apartó del orden que pregona su entrenador. Había que estar muy atento en cada pelota parada por las dimensiones del campo de juego (de los más chicos de la categoría) y allí el Rojo no pasó grandes sobresaltos. El medio campo siempre estuvo combativo. Jones, por momentos, ganó la pulseada en el sector central, con el acompañamiento de Benavente. Fue cuando Bidondo pudo meter algunos pases precisos y Camba generó los mejores pasajes del primer tiempo. Siempre dentro de un partido chiquito, chato, anodino, con la pelota que iba de un lado para otro. Pero las más claras fueron del Rojo. Un cabezazo de Benavente cerca del ángulo, un disparo de Benítez que manoteó Zurlo y un tiro libre de Bidondo fueron las más claras de la visita. ¿Lamadrid? Poco. Dependió del juego de Santillán y Giménez, quienes fueron bien controlados por sus marcadores.
El complemento fue más flojo aún. Fue uro pelotazo y escaso juego asociado. Los dos equipos mostraron las dificultades para administrar la tenencia del balón. Lamadrid insinuó un poco más al inicio. Un disparo de Giménez controlado por Arias Navarro fue lo más claro. Pero nada más que eso. Se hizo muy aburrido el partido y Camba tuvo dos nuevas chances. Casanova probó de media distancia, tras una corrida de Naser, y también lo tuvo Catriel, cuyo disparo se fue por sobre el travesaño.
Se llegó al final con un lógico 0 a 0 que castigó la poca claridad de ambos elencos. Camba muestra solidez del medio hacia atrás, pero sigue fallando en la ofensiva. Es ahí donde deberá hacer hincapié para empezar a sumar de a tres puntos.-