Hay una historia que merece ser contada aparte y ocurrió a los 27 minutos del segundo tiempo. Empataba el Rojo 1 a 1 y, tras un tiro de esquina desde la derecha, Diego Rodríguez metió en cabezazo que desvió el arquero, la pelota fue hacia la derecha y Naser, con fuerte remate, la introdujo en la red. El árbitro miró al línea y este fue corriendo hacia el medio como si hubiera convalidado el gol. Los jugadores de Camba festejaron. Pero la pelota nunca entró por el arco, sino por un agujero que había en la parte lateral de la red (así lo demuestra la imagen de televisión). Todo Urquiza se fue contra el línea. Arreciaron las protestas loógicas. Hubo dudas. Hasta que el árbitro se dio cuenta de que no había sido gol y correctamente ordenó saque de arco.