martes, 14 de agosto de 2012

CAMBACERES RETUVO LA ESENCIA

Por Martín Ortíz
Columnista de Tribuna Roja
Periodista FM La Redonda

Ganó Camba, por primera vez en el torneo. Lo hizo de forma sobria y práctica. Y por tener a un Nicolás Kissner, intuitivo, certero y voraz. Un
goleador de raza.
El equipo fue sólido atrás, cuando lo atacan por abajo. Aunque algo frágil en el juego aéreo defensivo. Combativo en todas las líneas, y
dispuesto a demostrar que los problemas de afuera no se trasladan adentro. Ganó Cambaceres,
 porque aunque no haya podido retener a Aldiricio, Colombano y Valenti,  retuvo la esencia.

Las razones del triunfo hay que buscarla en las causas propias y extrañas. Las segundas, porque el rival mostró ciertas carencias de juego y de seguridad que tal vez lo vuelvan a comprometer como un equipo que pelee abajo. Lo primero es lo más lindo de analizar, y lo que más le interesa al hincha…

Se fueron Valenti y Colombano, pero están Kissner y Pelosi

Tanto le había costado lograr una sociedad de ataque  como la que conformaron en el semestre anterior Colombano y Valenti, que parecía que iban a extrañarse horrores.
Pero ellos dos creyeron en si mismo, y lo que es más importante, en su capacidad para complementarse potenciando sus cualidades.
Ellos dos son  Enzo Pelosi y Nicolás Kissner. El primero como lugarteniente que crece en importancia priorizando las corridas que abren defensas, y fabrican espacios. Pero también ahí, cerca del área, como asistidor, o como culminador de jugadas que terminen en la red.
Lo de Kissner es todavía más explosivo. Dos partidos y tres goles lo afirman. Su explosión también tiene que ver con una puesta a punto física y con una mentalización ganadora que dejó atrás la experiencia de Tristán Suárez.
Pero uno sin el otro no sería lo mismo. Y se nota en cada intervención.

En el medio se mantuvo la esencia combativa

La duda es Molina Ríos o Jones. Porque Cardozo estuvo en el podio de los mejores en el torneo anterior, y promete mantenerlo en este. El primer tiempo de Molina Ríos fue intermitente. Pero en el segundo, cuando Español metió tres puntas y atacaba, confuso, pero obstinado, mostró su oficio. Hombro con hombro aguantó en el medio con Cardozo, y sumándose al liderazgo de Leandro Fernández, trató de sacar al equipo como pudo.
La duda entonces, es una alegría para Abeledo. Sabe que puede contar con más de una muy buena opción, para sus volantes centrales.
 Sin tener que prenderle una vela a la salud de nadie.

El fútbol de Camba fue una ráfaga de medio tiempo.

En realidad Camba tuvo 20 minutos de furia en el primer tiempo y casi lo liquida. Filoso arriba, cuando esta versión renovada de cachete Casanova y Elías Di Biassi acompañaron, se vió el mejor pasaje de fútbol del partido. Fue justo antes del gol de Kissner y un rato después. En el segundo tiempo las piernas empezaron a flaquear y pelota y terreno pasaron a ser del gallego.
Por eso hubo que esperar a que Brian Martínez se encienda en ataque junto a Pelosi y Di Biassi, para que Kissner lo liquidara. Porque la pelota era de Español, aunque daba la sensación de que jamás sabría que hacer con ella.
Por lo demás. Primó la corrección. La de Benavente y Gutiérrez, sin desesperarse, por más que la pelota volviera más rápido de lo aconsejable.

Conclusiones de un triunfo muy necesario.

Camba mantuvo una base y cubrió bien las dos ausencias más notables. Ergo, este equipo puede tranquilamente volver a ser protagonistas. Claro que debe corregir cosas. En esta categoría, donde se juega mucho por arriba, no anda sólido en ese rubro.
La otra chance sería tener más la pelota, pero no asoma en el plantel un jugador de dichas características. Más bien creemos entonces, que vamos a ver un equipo de vértigo, tal cual en la era de Aldirico.

Mientras tanto ganó, y lo hizo con autoridad. Cuatro puntos sobre seis, jugando siempre “de visitante”. El equipo mantuvo la mística y alimenta la ilusión de otro torneo emocionante. Será cuestión de volver a creer. Porque más allá de los nombres, este Cambaceres retuvo la esencia.