Iban
34 minutos cuando Defensores de Cambaceres se puso en ventaja. Un potente tiro
libre de Casanova se estrelló en el
poste izquierdo, dio en el cuerpo de Arzamendia y se transformó en el descuento
de Camba. Si la pelota no rebotaba en el uno, seguramente no hubiera ingresado.
Por eso, la duda a quién se le atribuía la conquista. Rápidamente quedó
disipada en vestuarios ante la consulta al árbitro Damián Rubino. “El gol se lo
dí al 8, ¿qué querés que me mate”, dijo entre risas.