Como
todo partido a puertas cerradas, algunos siempre se hacen un hueco para poder
ingresar. Esta vez fueron pocos. Los jugadores que no estuvieron entre los 18,
colegas y algunos dirigentes. Pocos acompañaron al Rojo. Sebastián Martinetti y
Sergio Tomassone fueron en el colectivo con los jugadores y Juan Godoy
(acompañado de sus inquietos hijos) y Federico Lupano en auto. Además debieron
hacer las veces de camilleros. Alguien dijo “hay más policía que gente”,
pero
también hubo dos “espectadores” insólitos: dos caballos se ubicaron en lo alto
de la loma que hace de tribuna sobre uno de los arcos y ahí se alimentaron a
puro pasto.