Enrique Da Silva, el viejo e histórico sereno del estadio de
Camba, estaba, como cada mañana,
cumpliendo su tarea. Mientras sacaba agua del vestuario, nos dijo que “muy
difícilmente vaya el lunes a la cancha, no ando bien de salud. Pero claro que
espero una victoria de los muchachos. Tal vez me quede acá escuchándolo por
radio”.