Tras
muchas idas y vueltas de último momento, el partido se jugó en la cancha de
Argentino de Quilmes. Y se dispuso que fuera a puertas cerradas. Por eso hubo
un control en el ingreso al estadio del Mate, pero no solamente pudieron acceder
dirigentes y periodistas. Claro está, que hubo hinchas locales en la platea, a
los que se le escaparon varios gritos.