Luján nos recibió con un clima agradable, mucho más soportable al de
hace unos días atrás. Es inevitable la imagen de la imponente Basílica, con sus
cruces reconstruidas en el Astillero de Ensenada, como escenografía del lugar.
La gente llegó sobre la hora y no en gran número. De lado del Rojo, unos
pocos dirigentes (los de siempre) y algún allegado. Y Tribuna Roja para mostrarles
todo lo que pasó. Y este es el color de la previa: