Si algo le faltaba al fútbol del ascenso era jugar un martes a la tarde
en medio de un paro de transporte y con cortes de rutas en varios puntos de la
provincia. En el caso del encuentro del Rojo, la situación no afectó demasiado
ya que se trató de un cotejo a “puertas cerradas”. De todas maneras, la
delegación se trasladó en vehículos particulares y por eso hubo algunos
equipistas y dirigentes que no pudieron ir. Asimismo, hubo colegas, que al no tener movilidad propia, tampoco pudieron
acercarse hasta El Porvenir para cumplir con su trabajo.
Lo que si resulta llamativo es que hubo otros cotejos que sí tuvieron
público en sus tribunas ya algunos hinchas se les imposibilitó llegar la cancha por la huelga del transporte. Nadie pensó en ellos