Los dos equipos de la categoría que más partidos a puertas cerradas
jugaron en los últimos años se vieron las caras esta tarde en la cancha de El
Porvenir, lógicamente sin público en las tribunas.
El otro día hablamos de las estadísticas que indican que el Rojo ha
jugado más partidos en otro estadio “sin público” que en condición de local en
su escenario.
Pero lo de Berazategui es mucho peor. Hace más de dos años que no puede
utilizar su estadio por serios enfrentamientos entre dos sectores de su
parcialidad.
Todo esto demuestra la incapacidad de los organismos de seguridad que no
pueden poner
freno a la violencia y meter preso a los delincuentes.