La escenografía fue la misma de siempre. Un día de semana, tribunas
vacías, unos pocos dirigentes, jugadores y periodistas. Algunos gritos desde la
platea y las voces de los relatores que se escuchan desde las cabinas. Así es
nuestro ascenso hoy en día, así lo van matando de a poco.
Vemos las imágenes de la previa: