Una vez más, el exceso de policías en la cancha de El Porvenir, para custodiar a jugadores,
dirigentes y periodistas.
El colmo se puede apreciar en la zona de plateas, único lugar del
estadio habilitado, donde se formó un cordón de efectivos de Infantería para
separar a ambas delegaciones.
Por otra parte, uno de los accesos a las cabinas estuvo cerrado con
candado y para poder ingresar a las mismas hubo que hacerlo por las ventanas.