Al
término del partido, varios jugadores se acercaron a la terna arbitral y
protestaron airadamente, especialmente la jugada que derivó en el gol de
Cañuelas. El reclamo apuntaba a una supuesta posición adelantada. Gastón
Gamberini, habitualmente calmo, reclamó muy enojado al árbitro Juan Ledo. Pero
la situación, generada por la tensión del momento, no pasó a mayores. El
árbitro no informó a nadie.