La Comisión Directiva del Club Defensores de Cambaceres sacó un comunicado para referirse a los
inconvenientes que tuvo el traslado del plantel a la cancha de Atlas. En ese marco señaló que “por un
operativo mal realizado de la CNRT (Comisión Nacional de Regulación del
Transporte), el micro debió ser escoltado por agentes de Gendarmería.
Este acontecimiento de gravedad y la falta de conocimiento
de las leyes viales de los agentes, generó el malestar en la empresa que
contrató el club. La misma cuenta con la habilitación correspondiente para
poder circular”.
Hasta aquí la aclaración realizada por la institución. Pero,
además, agrega que “lamentamos que
"Revista Tribuna Roja" no haga un chequeo de su información antes de
hacer una publicación porqué puede dañar a la institución”.
Tribuna Roja
tiene como norma chequear con las diferentes fuentes confiables todo lo que se
publica. En el caso citado, todos los involucrados en el viaje coincidieron que
el reclamo realizado por Gendarmería estaba
relacionado con una supuesta falta de habilitación para circular por
Capital Federal. No faltamos a la verdad en nada, ni responsabilizamos al club
de lo ocurrido. Pero lejos estamos de tener la intención de dañar al club como
se intenta deslizar en ese comunicado.
Pareciera que a algunos dirigentes (no a todos) les molesta
ciertas publicaciones de nuestro portal. Tribuna
Roja, que ya lleva muchos años informando sobre la realidad del club,
refleja lo que ocurre en el acontecer diario de la institución. Y ese acontecer
tiene hechos positivos y negativos. Con la profesionalidad que nos caracteriza
siempre buscamos poner y proteger a la institución por sobre las personas. Y la realidad nos marca que hoy Defensores
atraviesa el peor momento deportivo de su historia: último en la tabla de
posiciones de la última categoría del fútbol argentino y último en el promedio
que implicaría una desafiliación por un año. Muchos deberán preguntarse cómo se
llegó a esta situación y tener la autocrítica necesaria. No es solamente un
problema futbolisitico. Es un problema de decadencia institucional en la que el
club está inmerso desde hace varios años. Todos, en mayor o menor medida, somos
culpables de esta realidad.
Y mientras unos pocos dirigentes gastan su tiempo en desmentir
a Tribuna Roja, el socio, el hincha, el vecino de Ensenada, observa con tristeza el duro momento que vive la
institución más representativa de la ciudad.