ROSARIO
(Especial).- La delegación del Rojo
partió hoy a las 7 de la mañana desde el estadio en un confortable ómnibus de
larga distancia. En el trayecto hacia la Capital, fueron subiendo los
diferentes jugadores hasta completar el grupo. Allí tuvieron la posibilidad de
desayunar frutas y cereales. El trayecto fue amenizado por las clásicas charlas
futboleras, algún juego de cartas y lógicamente, en la era de la tecnología, no
faltaron el uso de los celulares. Cerca del
mediodía, el grupo arribó a esta
ciudad, donde lo esperaba el almuerzo. Fue en el club “Remeros Alberdi”,
ubicado en la zona de la hermosa costanera rosarina, frente al Río Paraná. Una
tarta de jamón y queso, tallarines y ensalada de frutas fue el menú
elegido. Tras estirar las piernas, el
grupo siguió el viaje hasta a la cancha de Argentino, distante a pocas cuadras
del lugar, a la que arribó pasadas las 15.
Los jugadores se dirigieron a los
vestuarios y luego recorrieron el campo de juego. El regreso se produjo concluido el encuentro, donde estaba previsto que cenaran en el
micro.
Pero hubo inconvenientes en el omnibus que lo trasladò. Por un problema mecànico, se habrìa quedado sin combustible en la ruta 9, y tras la demora en la recarga correspondiente, arribò a Ensenada en horas de la madrugada.
Pero hubo inconvenientes en el omnibus que lo trasladò. Por un problema mecànico, se habrìa quedado sin combustible en la ruta 9, y tras la demora en la recarga correspondiente, arribò a Ensenada en horas de la madrugada.