Aunque algunos no lo quieran reconocer, Eduardo Borgarelli se jugaba su continuidad en este partido. Y para ratificar tal información, que no es ningún invento periodístico, antes del partido, una fuente muy calificada nos susurró al oído: “Si pierde, se va, no hay alternativa”. Así de clarito, era un encuentro decisivo para Lalo.
La platea se pobló de varios entrenadores. Algunos fueron a ver algo de fútbol, otros a ver que pasaba. Lo cierto es que la presión era mucha y Borgarelli salió airoso. Ni bien terminó el partido, se dirigió raudamente al túnel. Se abrazó con un colaborador y con un dirigente. Y se marchó a los vestuarios.
Y después atendió a la prensa: “A nosotros nadie nos había dicho que este era el último partido si perdíamos. Y confío en la inteligencia de los dirigentes para no interrumpir este proceso. No merecíamos irnos por la puerta de atrás y por suerte Dios nos volvió a dar una mano”.
Lalo luego comentó que “me voy conforme con lo que hizo el equipo, ganándole claramente a un equipo que está arriba. Estos jugadores se pueden mirar a los ojos y no se pueden reprochar nada”.
Luego mandó un mensaje: “Cambaceres no es un club para cualquiera. Es un club muy difícil. No me molesta que haya técnicos que se ofrezcan o vengan a ver el partido. Esto es fútbol y cada uno sabe lo que hace”.
Ahora Borgarelli tendrá unos días de tranquilidad hasta que el sábado visite a Barracas Central, desde las 17. Si saca un resultado positivo, logrará tranquilidad. Pero si pierde, ¿qué pasará? Los teléfonos estuvieron a full en estos últimos días…
La platea se pobló de varios entrenadores. Algunos fueron a ver algo de fútbol, otros a ver que pasaba. Lo cierto es que la presión era mucha y Borgarelli salió airoso. Ni bien terminó el partido, se dirigió raudamente al túnel. Se abrazó con un colaborador y con un dirigente. Y se marchó a los vestuarios.
Y después atendió a la prensa: “A nosotros nadie nos había dicho que este era el último partido si perdíamos. Y confío en la inteligencia de los dirigentes para no interrumpir este proceso. No merecíamos irnos por la puerta de atrás y por suerte Dios nos volvió a dar una mano”.
Lalo luego comentó que “me voy conforme con lo que hizo el equipo, ganándole claramente a un equipo que está arriba. Estos jugadores se pueden mirar a los ojos y no se pueden reprochar nada”.
Luego mandó un mensaje: “Cambaceres no es un club para cualquiera. Es un club muy difícil. No me molesta que haya técnicos que se ofrezcan o vengan a ver el partido. Esto es fútbol y cada uno sabe lo que hace”.
Ahora Borgarelli tendrá unos días de tranquilidad hasta que el sábado visite a Barracas Central, desde las 17. Si saca un resultado positivo, logrará tranquilidad. Pero si pierde, ¿qué pasará? Los teléfonos estuvieron a full en estos últimos días…